Para vivir el gran amor, olvida las grandes historias. Toda historia es grande por sí misma, por sus propias ganas de ser grande. No creas a los amigos que te dirán a quién amar, o qué se siente, qué cara poner, qué regalar, cómo besar… Haz oídos sordos a las recetas. Tú sabrás cuando llega y entonces te dejarás llevar por la pasión. No compares tus síntomas con los de otros porque cada amor es único y cada quién tiene una forma única de vivirlo. Ver más
martes, 17 de febrero de 2009
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